Visitar Córdoba por estas fechas puede traer consigo gratas sorpresas. Por lo general elegimos la ciudad califal para pasar unos días en primavera. El buen clima, las cruces de mayo y otras fiestas patronales coincidentes por estas fechas y, sobre todo, el reclamo que supone el festival de los Patios son clave para los miles de visitantes que eligen Córdoba como destino, sobre todo, durante los meses de abril y mayo.

Quizás pocos saben e incluso es menos difundido el encanto que envuelve a la capital cordobesa también en invierno y, más concretamente, en estas fechas navideñas.

La ciudad está ya iluminada por más de 72.800 bombillas que dan ese toque mágico a sus barrios, edificios y plazas. Pasear por la calle Cruz Conde es un verdadero espectáculo de luz y de sonido por su alumbrado especial, con un total de 800.000 puntos de luz.

A la tradicional iluminación, Córdoba suma sus belenes, villancicos flamencos, mercadillos artesanos, atracciones y ahora, también, sus patios. Una iniciativa que se retoma tras la pandemia y que ofrece a cordobeses y turistas la oportunidad de conocer cómo se viven las fiestas en esta estancia tan característica de las casas cordobesas.

En concreto, 41 recintos abren sus puertas los días 15, 16, 17, 22, 23, 29 y 30 de diciembre en horario de 17.00 a 21.00 horas. Siete rutas organizadas para que Córdoba pueda mostrar al visitante la belleza de sus patios también en Navidad.

Como bien manda la tradición en estas fiestas y tal y como se hacía en estos famosos patios las visitas a los patios cordobeses estará amenizada con villancicos y la degustación de anís y mantecados. Ambiente navideño que sin duda supone un aliciente más para visitar estos patios, engalanados, además, con motivos navideños, belenes y flores de Pascua que florecen ya entre sus plantas.

Patios, flores, artesanía y sabor Al Ándalus.

A la belleza de los patios cordobeses en Navidad y la oportunidad de visitarlos por estas fechas, la ciudad suma actividades y tradiciones muy relacionadas también con su carácter multicultural y orígenes.

La alegría llena sus calles con villancicos populares a los que suele darse un toque flamenco que acrecienta la euforia propia de estas fechas y en muchas de sus plazas Córdoba también da a conocer otro de los reclamos turísticos de la zona, la artesanía, con mercadillos tradicionales y muy populares como el de Las Tendillas o La Victoria.

Córdoba suena y también sabe, pero lo hace al más puro estilo mozárabe, con mantecados y dulces en los que predomina el anís, la almendra, la canela o el ajonjolí, ingredientes que nos trasladan de lleno al pasado cordobés.

Ya para marchar de la ciudad califal con ese buen sabor de boca que nos va a dejar la Navidad, sólo nos queda ya probar el típico turrolate, dulce tradicional de la zona subbética cordobesa, fabricado a base de cacao y almendras o cacahuete, azúcar y canela, que sin duda hará que nuestra visita permanezca en el recuerdo.